Párate derecho y orgulloso, recuerda tus raíces, toma mucha agua, sé feliz con tu propia belleza natural, disfruta de la vista y del aire libre.
A los árboles no les importan los años, siempre dan
frutos y una reconfortante sombra. Son el refugio de innumerables seres y están
llenos de vida. Nunca pierden el suelo porque están bien anclados de sus
raíces. Se renuevan toda la vida.
Amo a los árboles porque la naturaleza nos
enseña lecciones maravillosas!