28 de marzo de 2012

ALQUIMIA Y TRANSFORMACIÓN.



ALQUIMIA Y TRANSFORMACIÓN.

La Alquimia en nuestros días, se realiza a través de una higiene interna y una protección espiritual.
Hay muchas maneras de preparar el organismo y mantenerlo en estados de vibración cada vez más intensos en el camino de la Alquimia.

El cuerpo tienes que reconocer tus hábitos, comidas y ejercicios que haces o no haces! Tu cuerpo está acostumbrado a ciertos hábitos y debes reconocerlos. Para ello puedes observar cuánto duermes y algo muy importante, qué sueñas! ¿Que tipo de comidas ingieres, que ropa usas, que colores y aromas?

Es importante la higiene en cuanto al aseo corporal y al cambio de ropa,  ya que conserva las energías que emanan tu cuerpo. También el cambio de ropa de cama, y aseo de cortinas y toallas.

Observa que tipo de cuidados le das a tu cuerpo y a tu apariencia, cuántas veces te miras al espejo, y cuántas veces lo haces viéndote directo a los ojos?

La casa describe donde vives, si el lugar está limpio y ordenado. Cuando fue la última vez que limpiaste tú cocina, armarios, roperos, etc. El cuidado de las plantas, y animales y la armonía y estética en general en los ambientes internos y externos de tu casa: colores, espejos, aromas. ¿Te gusta llegar a tu casa? ¿Cuál es el sitio reservado para ti en la casa en caso de no vivir solo? ¿Cómo se difiere de los otros espacios? ¿Están ordenados y limpios?

Las relaciones...

Examina tus amistades y relaciones. ¿Cuál es el molde de tus relaciones? ¿Cuánto tiempo pasas con ellos? ¿Cuáles son las relaciones más difíciles y las más amenas?
¿Cómo ves a la gente? ¿Cómo te ve la gente a ti? ¿Tienes algún tipo de enemistad? Odias a alguien? ¿Tienes cosas pendientes con alguien? ¿Qué tipo de gente no te gusta?

Todas estas cuestiones te ayudarán a indagar sobre tu vida, y podrás penetrar en tu personalidad y conocer más acerca de tu yo-ego. Escribe en un diario personal los detalles más relevantes con los que podrás trabajar para trascender los conflictos. Recuerda que donde no hay armonía, equilibrio, orden, en tu vida, casa, cuerpo, relaciones, se espera que con tu acción puedas lograr el cambio.

Durante un tiempo cambiamos elementos internos, formas de pensamientos, sentimientos, o ideas y creencias, lo que se refleja en lo externo. Y en otros momentos, cambiando lo exterior nos provoca una transmutación interior, ya que lo simbólico está fuertemente arraigado en nuestro inconsciente, y aquello que caracteriza nuestra vida, sus condiciones, sus formas, son la expresión de un significado que podemos transmutar desde afuera hacia adentro. Lo importante es accionar, NO reaccionar.

“Conócete a ti mismo…” comenzando por la parte externa, ligada directamente con la personalidad. O viceversa. Tu ego manifiesta el poder que ha ejercido durante la mayor parte de tu vida. En el sendero espiritual, se desarrolla una fuerza que espera siempre su oportunidad. Esta es una de ellas. Si deseas aprovechar esta ocasión, comienza por las cosas más sencillas…

Procedimiento...

Nadie puede decirte qué es lo que tienes que hacer o cómo puedes llevarlo a cabo. Organiza tu mismo tu propia limpieza y tus propias observaciones. Sé lo más realista posible y de manera suave y consistente empieza a cambiar tus hábitos. Cada acto debe realizarse de la manera más consciente posible. Es así de sencillo.

Pon todo tu amor y tu sentido de estética dentro de todo lo que está alrededor tuyo, escogiendo colores y aromas que expresen pureza y belleza. Escoge ambientes limpios y comida simple y nutritiva.

La manera en que te veas, vivas, comas o duermas reflejará tu estado mental y tu nivel de conocimiento interior. Una casa sucia y desordenada reflejará una mente en igual condiciones. Una ropa raída y con huecos en las medias dirán mucho sobre la manera en que te sientes y cómo te tratas a ti mismo/a.

Cada ser humano es único. Elige tu estilo, tus formas, tus detalles. El orden, la limpieza y la armonía, se introducen en cualquier estilo.


El argumento de que te falta dinero simplemente no funciona. La simplicidad y la limpieza, el orden y la pureza no tienen precio. Hay que estar alerta y cuidar: dos ingredientes básicos del conocimiento interior. Todo lo que haces está conectado con todo lo que está dentro de ti y dentro del universo de la forma. La maestría espiritual empieza la aptitud para generar tu propia subsistencia.

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